La piel es un órgano vital para la salud de nuestro organismo y tiene múltiples funciones. Representa nuestro contacto con el mundo exterior y constituye una línea defensiva que nos protege de bacterias y otros agentes contaminantes.
Las diversas patologías dérmicas que pueden presentarse lesionan la piel y le hacen perder su equilibrio natural. Debido a que los productos de cosmética natural no contienen químicos, evitan las intoxicaciones orgánicas y permiten un recambio celular propio del organismo. Favorecen las funciones dérmicas y buscan reestablecer el equilibrio natural de la piel logrando así una recuperación más rápida.
Funcionan como calmantes, hidratan y nutren la piel dañada. Estimulan la capacidad innata de la piel para regenerarse y se adaptan muy bien a todo tipo de cutis.
Están compuestos enteramente por sustancias naturales y no contiene aromas sintéticos, conservantes agresivos ni aditivos artificiales. Tienen un efecto suave que no agrede la piel. Están recomendados para pieles sensibles o con hipersensibilidad a algún compuesto químico ya que no provocan reacciones alérgicas ni efectos secundarios. Pueden ser usadas por bebés y niños.
Obtenga más información sobre nuestra Línea Terapéutica de cremas naturales contactándose con nuestros especialistas.