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Hace dos años me consultó una paciente de iniciales M.M. de 58 años de edad que me planteaba si tenía algo para la inseguridad ante cualquier nueva eventualidad y miedo en general. Esta situación le hacía sentir muy mal emocionalmente y tenía la sensación de no poder controlar su vida.
Haciendo la anamnesis recabé información desde su niñez hasta estos días y eso me llevó a entender su comportamiento.

La inseguridad que me planteaba se refería a cualquier desición que tuviese que tomar con respecto a su vida y no podía estar sin consultar a su esposo cada paso a tomar, si algo le decían lo tomaba como lo único verdadero y no sentía que su opinión valiera algo. Su forma de pensar era algo como: «debo consultar que hacer, porque yo no lo sé». De carácter muy poco sociable, no se comunciaba con nadie y solo se sentía segura en su casa y con su familia.

Le atemorizaba el hablar con otras personas por miedo a decir cosas fuera de lugar y también manifestaba miedos a cualquier cosa desconocida. Si le llegaban nuevas propuestas, nunca las aceptaba a menos que si esposo le dijera que era lo mejor para ella. Comentaba «me da miedo comenzar algo nuevo, y no se si voy a ser capaz de hacerlo bien»; «tengo miedo a estar sola, a que le pase algo a los demás y a mi». No salía sola a ningún lado, ni siquiera a la calle y esto la llevaba a sentir una profunda angustia y depresión. También presentaba mucha ansiedad oral y presentaba obesidad.

Se encontraba en el período de menopausia y tenía problemas circulatorios, en particular sufría de enfriamiento de los pies.
Dado los puntos mencionados y otros de la entrevista previa, comienza a tomar en enero del 1999 las siguientes flores de Bach: Impatiens, Red Chestnut, White Chestnut, Mimulus, Walnut, Scleranthus.

A los 20 días me llama para comentarme que está con ganas de salir y que incluso ha ido de compras.
Continúa con esta fórmula por 3 meses y en este período expresa ya no tener tantos miedos, como a quedarse sola o a que le pase algo a los demás y ya no siente el frío en los pies.
«Ya no estoy tanto tiempo deprimida, solo algunas veces y por muy poco tiempo, no como antes que estaba varios días tirada en la cama». En el mes de junio agrego Mustard a la fórmula y más adelante de ese año decide aprender a manejar, lo cual hace satisfactoriamente y obtiene su libreta de conducir. También toma la inciativa de comprarse un auto, pidiendo un préstamo por su cuenta, compra el auto y se maneja para todos lados en él.
Toma la fórmula hasta junio de 2000 y los cambios son tan notorios que ella misma manifiesta no querer dejar las flores ya que le ha pasado de quedarse dos semanas sin fórmula y comienza a sentir angustia.

Esto indica que aún hay cosas que no están resueltas y se necesitan trabajar. En ese mes de junio tiene un ataque de hipertensión debido a problemas familiares; tiene vértigos, se marea y se va hacia los lados.

Le descubren prblemas cervicales y le doy la siguiente fórmula: Red Chestnut, White Chestnut, Scleranthus, Mustard, Vine, Vervain y Chicory.
Toma esta fórmula hasta noviembre y desaparecen los problemas de la presión y la columna.
Luego se presentan arenillas biliares provocándole malestares digestivos y mucha infamación, por lo que comienza a tomar paralelamente a su floral básico uno solo para aliminar las arenillas.
Al paso de dos semanas manifiesta no sentir más malestares ni tener la inflamación, por lo que toma por unos meses más el floral especial y luego se supende para ver resultado, lo cual hasta hoy día no ha sentido nada más.

En febrero de 2001 comenta tener problemas con el marido debido a sus cambios, pues ya no depende de él para tomar ninguna decisión y se maneja sola a todos lados. Debido al trato que recibe de su marido se siente sumisa y manipulada, entonces agregué a su fórmula Centaury y al mes comenta sentrise bien, con ganas y fuerza de seguir adelante.
En el mes de junio de 2001 comenta que hace 3 semanas que no tiene su fórmula y se siente insegura, nostágica, melancólica, todo le hace recordar el pasado. Agrego a su fórmula honeysuckle y a la semana me comenta ya no sentirse en este estado.

Hoy en día es una paciente cuyo conocidos dicen no reconocerla por los cambios que ha tenido. Es expresiva, muy comunicativa y establece relaciones con cualquier persona, le gusta salir, pasear e ir a visitar a sus amistades.
Continúa tomando su fórmula floral siempre que ella considere que la necesita por eventos puntuales y ha logrado tomar decisiones importantes haciéndole frente a lo que la vida le repare con alegría, fuerzas y esperanza.

Ella expresa: «las flores me cambiaron la vida y aún más, me cambiaron la forma de ver las cosas».

GERALDINE PIPPO
Farmacotécnica Homeópata
Terapeuta Holística